miércoles, 5 de agosto de 2009

Palacio Imperial, Shinjuku y Ueno. (03/04/2009)




















El plan para el día era visitar el palacio Imperial de tokyo y sus alrededores, así que nos pusimos en marcha y cuando llegamos descubrimos que no se podía visitar porque los viernes esta cerrado. Ya que estábamos allí, nos dimos una vuelta por los alrededores (que si el palacio es enorme, la muralla y los jardines también) y estuvimos viendo la zona.
Un parque enorme, grandes zonas de arboleda (que al estar la Sakura floreciendo, estaba precioso) y un rio rodeaban el palacio.
Al cabo de unas horas, decidimos que era el momento de tomar nuevo rumbo. Puesto que estábamos cerca de la estación central de Tokyo (unos minutos andando) y Shinjuku era una visita pendiente, nos encaminamos a la estación para verla y tomar el tren destino Shinjuku.
La estación de tokyo se nota que tiene sus años, pues el diseño más clásico resalta entre los edificios modernos y altos de los alrededores, pero estaba parcialmente cubierta por las obras que están llevando a cabo en tokyo por doquier, debido a la preparación para ser la sede de las olimpiadas del 2016, a las cuales es candidata igual que Madrid.

Cuando llegamos a Shinjuku descubrí que la estación es todavía más grande de lo que me habían contado; numerosos niveles y líneas (tanto de Japan Rail como de metro) tienen parada allí. Hasta tiene un terminal de autobuses (tanto locales como de largo recorrido) en la salida oeste de la estación. No me extraña que sea la estación más grande de japón y una de las más grandes del mundo (creo que en alguna ocasión ha ostentado un record guinness, pero no lo recuerdo muy bien), y la cantidad de gente que salia y entraba era IMPRESIONANTE. También tiene un ENORME centro comercial, con numerosas tiendas (como la cadena LUMINE).
Yo me puse a intentar ubicar (como buen friki) la zona donde se encontraba el tablón de anuncios antiguo, en el cual se inspiraron para dejar los mensajes XYZ del manga/anime City Hunter, pero aquello fue casi misión imposible.
Encontramos un plano de la estación y decidimos tirar hacía la salida oeste y dirigirnos hacia el parque central de shinjuku que se encuentra rodeado por algunos de los edificios más altos de tokyo, como los edificios del ayuntamiento.
Una vez fuera, fue fácil encontrar el camino pues los rascacielos del ayuntamiento se veían desde lejos. Cuando llegamos al parque nos encontramos con una sorpresa y una curiosidad. La sorpresa fue que estaban preparándose y cogiendo sitios para la fiesta de las flores, con lo cual tomamos la decisión de salir por la noche a ver la animación del parque Ueno, que estaba al lado del hotel, y poder disfrutar de la feria. La curiosidad fue que había un número considerable de ¿tal vez empleados? (porque iban todos trajeados y muy bien vestidos, tanto ellos como ellas) que estaban formando en medio de una zona de paso del parque y que parecía que se dispusieran a hacer algún tipo de confraternización o algo así (era demasiado pronto como para que se quedaran ya a celebrar la fiesta). Estaban todos en fila (como si les fueran a fusilar XP) mientras 2 hombres y una mujer les estaban hablando en voz alta (parecía una arenga). Nosotros no nos atrevíamos a pasar por la zona y nos dispusimos a dar la vuelta por otro camino que había, pero uno de los hombres que hablaban nos señalo y nos dijo con señas y de forma muy "ceremonial" que pasáramos y tal y pasamos entre medias de todos aquellos oficinistas.
Una vez visto todo aquello (impresionantes los edificios del ayuntamiento, que luego nos contaron que igual se podía subir a la azotea a visitarlos, pero no preguntamos) nos dispusimos a descansar en una zona tranquila del parque mientras preparábamos nuestro próximo movimiento. Como nos habíamos dado una buena panzada a andar y queríamos salir por la noche, decidimos ir a comer por la zona (para que no se hiciera más tarde, pues serían ya cerca las 4 de la tarde) y tirar para el hotel, con el fin de descansar un poco antes de salir por la noche.

Después de pasar por las habitaciones el grupo paso de ser 4 a 2, porque a Manu le daba igual el festival (prefería pasarse por Akiba) y loly se quedo durmiendo, con lo que fuimos Rake y yo los que salimos a eso de las 8 para el parque (recordemos que era noche cerrada ya a las 6 de la tarde). Decirlo es una cosa, y verlo otra. No cabía un alfiler en el parque, había mantas, plasticos y similares extendidos hasta donde alcanzaba la vista (dejando solamente los caminos despejados) y en ellos miles de personas bebiendo y/o cenando, incluso algún grupo de extranjeros estaban (cual botellón) en alguna esquina pimplando alcohol, pero sin su mantelito.
Era curioso ver agolpados los pares de zapatos en los límites de los "plásticos", pues se entraba a la "zona de cena" (a falta de un nombre mejor) descalzo, siguiendo la tradición habitual japonesa.
Nos adentramos en el parque hacía el templo (que estaba más o menos en el centro) que era donde se encontraban las casetas de feria con comidas, postres, bebidas y algún que otro juego (como el tan habitual en manga/anime de los peces de colores). En esa zona tenían mesas estilo merenderos y se podía coger la comida y sentarse a cenar (también estaba lleno, por si lo dudabais). Nos cogimos comida en los puestos; probamos las bolitas de pulpo, las mazorcas tostadas y los galletas rellenas (chocolate, crema o anko-pasta dulce de judías rojas). La verdad es que estuvo genial el paseo, y fue toda una suerte coincidir con el festival, pues no lo hacen en una fecha concreta del año, sino cuando los cerezos florecen y en cada región de japón lo celebran en fines de semana diferentes.